martes, 26 de abril de 2011

Plantillas que no encajan

Hoy Expansión ha publicado un artículo titulado Recetas para hacer más eficiente el sector público. Se trata de un análisis de Ernst&Young. El tono general es el de otros análisis que buscan reformar la administración aplicando las fórmulas de la empresa privada. Esas que esta crisis ha demostrado que no funcionan.

Aún así he leído evitando caer en juicios de valor apresurados, y lo cierto es que hay puntos en los que es difícil no coincidir. Hoy en día todos estamos de acuerdo en que hay que reducir el gasto. En lo que no pensamos igual es en la forma de hacerlo.

El otro día me enteré de que hay consultoras trabajando en administraciones revisando sus contratos para reducir los gastos a proveedores. El pago se hace con un porcentaje de la reducción del gasto. Hasta aquí no parece que la cosa vaya tan mal. Todos ganan...... O no. Yo me pregunto por qué hay que acudir fuera para hacer algo que en muchos casos no han dejado hacer a los que conocen el terreno. ¿Qué habría pasado si en lugar de contratar a la consultora que todo lo puede, hubieran preguntado antes en casa?. Pues como mínimo que se habrían ahorrado ese porcentaje. Por no hablar de motivación, autorregulación o inculcar una cultura interna de ahorro.

¿Cuántas admistraciones les han preguntado a sus empleados opciones para reducir el gasto?, ¿en cuántas se ha buscado la complicidad de los funcionarios para ahorrar en lo grande o en lo pequeño pero prescindible?

Puestos a copiar modelos prefiero quedarme con los que funcionan y algunos de mis preferidos son dos empresas con bastante en común y de las que hablaban los periódicos este fin de semana: IKEA y Barrabés.

Sobre IKEA me quedo con el comentario de Clara Guasch, emigrante en la cuna de IKEA: "La cultura empresarial española necesita un cambio ¡ya! Es paternalista, patriarcal, jerárquica. Aquí lo primero es el desarrollo de la persona. Creo que en España no lo entienden. Cómo puede llegar a decirse 'no te pago por pensar'. En Ikea esto es inviable. Cualquier cosa que puedas plantear se debate y se valora".

De Barrabés, un esbozo de su estupendo discurso al recibir el premio Aragón: “Mi mundo es un mundo de personas, me interesan las personas, me gusta la gente, una muchacha en Tanzania o una en Plan esconden el mismo secreto, las dos pueden cambiar las cosas. A veces solo hay que tocar un poquito para que sea así, otras surgen héroes, no importa. Lo realmente diferencial es que todos tenemos ese potencial, he aprendido que hay que empoderarse para cambiar las cosas en tu casa, en tu entorno, en tu vida y en el mundo. Soy Carlos un muchacho de Benasque y estoy recibiendo el premio Aragón, en estos momentos una muchacha de Sahún y un muchacho de Beceite tienen una idea en su cabeza que puede revolucionar las cosas. Hagamos que su entorno se lo permita, digámosles que es posible.”

Volviendo a la administración, ¿Carlos Barrabés habría ido a buscar fuera ignorando y casi despreciando la capacidad de su equipo?. Creo que aprovecharé la accesibilidad de la red y se lo preguntaré a él mismo.

miércoles, 13 de abril de 2011

La participación en la administración existe

Hoy me he encontrado un pedacito de administración deliberativa muy cercana a mi entorno y como creo que ocasiones habrá de hablar de cosas que no funcionan, quiero aprovechar la ocasión de hablar de algo que sí lo hace.

He estado hablando con el director de un servicio de 200 personas. Y me ha gustado lo que me ha contado.

Me ha contado como al plantear la obligatoriedad o no de acciones que desembocan en nuevos proyectos buscan el equilibrio entre implicar a la gente y respetar las preferencias individuales. También como van evolucionando de planteamientos de calidad más formales a otros más flexibles y desde mi punto de vista más maduros. Hemos hablado de cómo buscan ayuda en facilitadores, no porque no sepan hacer ese papel, sino porque buscan la objetividad de un tercero y sobretodo evitar que los proyectos no salgan por estar contaminados por simpatía o antipatía hacia el que los lidera.

Pero sobre todas esas cosas hay una que me ha gustado más que las demás y es la aventura de hacer el plan estratégico entre todos los componentes del servicio.

Hay veces que para innovar hay que romper con todo, pero hay otras en las que se consigue innovar “simplemente” yendo un paso más allá de lo establecido.

Por todo lo anterior se han ganado un hueco más que bien merecido en este blog donde nos juntamos los deliberativos.